4/23/2020

CREANDO HISTORIAS, POR JAVIER DE 4º DE EP Y SU HERMANA ALICIA.




  DIARIO DE CUARENTENA


Martes, 8 de abril de 1995:

Soy Carlo, Carlo del Valle, que literalmente significa granjero del valle. Os cuento mi situación, mi país, y el mundo entero, están sufriendo una crisis por culpa de un VIRUS, que provoca una enfermedad llamada LA PESTE, y por eso estamos confinados*. Como me aburro mucho he decidido escribir este diario. La cuarentena es un horror, estoy viviendo unos DÍAS DE PERROS, parece que van a ser LAS MIL Y UNA NOCHES de confinamiento.

Os voy a aclarar algunas cosas sobre mí, soy UN PRINGAO TOTAL, aunque siempre intento ir A POR TODAS.

Vivo a las afueras de Como (Italia), en el VALLE DE LOS CABALLOS, en LA CABAÑA DEL TÍO TOM, el hermano de mi madre, ella y mi padre estaban de safari cuando todo esto empezó, así que están pasando la cuarentena en Mozambique, en la casa de mi abuela, y yo estoy aquí.

Ah, sí, no os lo había dicho, mi tío tiene un perro, se llama COLMILLO BLANCO, es un culo inquieto, siempre ARRASA CON TODO. Con nosotros también viven LOS CABALLOS DE MI TÍO, bueno en la cabaña no, en el establo.

Jueves, 10 de abril de 1995:

Ayer me olvidé de escribir, aunque no pasó nada especial. Estaba muy atareado haciendo los deberes que nos había mandado el profesor de matemáticas, o como a mis amigos y a mí nos gusta llamarle, EL SEÑOR DEL CERO.

Eran las diez de la mañana, cuando bajaba a desayunar. Mi tío, desesperado, desde fuera de la cabaña, me pedía que saliera. Cuando fui allí, me dijo que faltaba COLMILLO BLANCO, ¡no podía ser! Entonces me di cuenta de que ayer estaba tan atareado, que me había olvidado de meterlo para dentro. Fue en aquel momento cuando pasó todo, EL CURIOSO INCIDENTE DEL PERRO A MEDIANOCHE, mmm, sería un buen título para un libro.

Rápidamente nos pusimos a buscarle como locos, si había ido hacia el pueblo, ya podíamos olvidarnos de él, no había excusa para ir allí. Estaba prohibido salir de casa, ¿qué íbamos a hacer?
Lo buscamos por el valle, pero nada, se hacía tarde. Decidimos volver a casa, ya seguiríamos al día siguiente.

Viernes, 11 de abril de 1995:

Hoy retomamos la búsqueda, pero nada, no había suerte. MALDITO KARMA, nada de esto hubiera pasado si yo le hubiera metido en casa cuando debía.

A la hora de comer el tío, me dijo que iría al pueblo a comprar, y de paso buscaría un poco disimuladamente. Yo quería ir con él, pero no me dejó. La culpa de todo esto era completamente mía, y le había cogido bastante cariño a ese perro.

Me marché a escondidas detrás suya. En medio del camino vi algo que se movía entre lo árboles. No podía estar pasando, allí estaba él, COLMILLO BLANCO, sano y salvo. Me puse a gritar y a llorar de la emoción. Grité tanto, que debieron escucharme hasta mis padres en Mozambique. O eso creo, porque el tío vino corriendo hacia mí.

Me echó la bronca por haberme escapado, pero me miró con mucho cariño, y dijo muy sinceramente: “TODO ESTÁ PERDONADO”.


*Quedarse en casa sin poder salir.

FIN